<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13908603\x26blogName\x3dcoloquialmente+hablando\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://coloquialmentehablando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://coloquialmentehablando.blogspot.com/\x26vt\x3d8850754969552848853', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

About

"Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium. Nemo enim ipsam voluptatem quia voluptas sit aspernatur aut odit aut fugit, sed quia consequuntur magni dolores eos qui ratione voluptatem sequi nesciunt."

viernes, septiembre 30, 2005 |


- Dame un beso, anda -dijo ella contoneándose ante su boquita verde rajada- anda... tonto.
- Quita gata -dijo él dando un impulso desplazador desde su corazón de trapo- ¿no ves que no compatibilizamos en bocas?. La tuya de piñón rodeada de enormes bigotes y la mía sin labios grande y roja por dentro, me es imposible imaginar como entreabrirla para no succionarte en la primera batida porque en su longitud es toda estática, esotra y más cuestiones merman mi disposición acercatoril a tu petición.
- Miauuuuuu si continúas hablando así erizarás mi colita y ya mi corazón late con violencia, miau miauuu yo prosigo lo comenzado... ojos saltones ¿me acerco? -dijo mirándole de reojo.
En esto a la rana se le torció la cabeza y ésta quedo junto a su brazo todo verde, todo cabizbajo.
- Mi onomatopéyica amiga ¿podrías levantarme la cabeza? cayó y no tengo impulso, agotado él, para levantarla. Acércate pero no ronronees, levanta patita y con la parte superior sube cabeza, pero no ronronees no es batalla ganada. Acerca patita.
La gata acomodada sobre sus patas traseras saca lengua y relame patita y mientras mantiene sus verdes ojos de gata clavaditos en los ojos fijos y pétreos amontañados de él -con ronroneo incluido-, acerca su patita ensalivada a la barbilla hundida y casi inexistente de él y con tacto gateril la eleva hasta dejarla suavemente sobre el cojín de su mismo material.
- Mentiste gata, ronroneaste y sentí tu cada vez más acelerado aliento sobre mi verde cara, no pude olerte y no creo poder resistirme, creo que es ocasión favorable para que se produzca el roce de nuestros labios. Por tu naturaleza felina en un momento precipitado e impetuoso podrías arañar mi fina espalda por lo que te pido pongas extremo cuidado una vez llegados a ese punto, de igual modo mi lengua es de fino trapo y la tuya áspera entiendo entonces que...
Y la gata interrumpe el tedioso circunloquio de su verde compañero con un delicioso y sutil beso.
Y nunca hubo en el reino, incluidos felinos o batracios, animal que no supiera de los amores de Lula y Gustavo y de lo acontecido dos meses después. Todos admirados igualaron y en reinos y bosques y selvas y rios y mares ningún animal casó con semejante y todo se pobló de parejitas enamoradas de sus no iguales.

Nota del autor: durante la realización de este corto (relato y toma fotográfica) ningún animal o muñeco de trapo sufrío ningún daño. Tras el filmado la rana tomó vida y nos pidió los regalos por su aniversario.

Let´s do it. martes, septiembre 27, 2005 |

Contaba Aquilino III apenas dos horas y minutos despilfarradores de vida cuando aconteció un hecho que marcaría futuros profusos momentos de su existencia.
Vean cuna, sin poseer estilo, siendo ésta de ancestros; meciéndose al movimiento del último empujón dado por afrancesada nana antes de ir a dar el sorbo escondido de la hora del ángelus, ya pasada que no olvidada. Vean ventanal abierto de par en par y visillo de vuelo ondear. Vean brisa impeler y árboles en canchas donde pelean hojas unas contra de otras. Así se encontraba el ajeno neonato cuando por ventanal entre brisa anunciadora irrumpe una hada con verruga y de onomatopéyicos procederes, y así chocándose con la no nada, dijo así:
- ¿Es este el aposento de Cenicienta...? hip.. ¿se fue ya la adolescente a la celebración de...? hip.. ¿qué vestía? hip... va.. la varita me va a explotar si no la descargo de hechizos.. va... -en éstas que chócase con la cuna y mira al recién nacido y dispara varita- va que todo ocurra literal.
Y en su media vuelta el hada se difumina con brisa y desaparece sin arte de magia.Y así quedose Aquilino III, con hechizo haderil, a quien todo le ocurriría literal.
Años sin entendimiento normalizados, más contaba el infante con limitados años cuando su entendimiento se normalizó y palabra oida, hecho literal ocurrido. Pues dijéronle "¡pero mira, si ya tiene sus primeros dientes de leche!" y atónitos quedaron pues éstos se desvanecieron y en leche se convirtieron. Y también dijénrole "le comería los rosados mofletes" y empujados por irresisitibles fuerzas se vieron comiéndole éstos, o "mira que salado es el bebe" y cubierto se encontró de una fina capa de sal. Sanadas heridas, visitaron médicos -de entre éstos algunos espirituales- pero nadie supo dar diagnóstico acertado y sufrió el infante literales frases "andares de pato", "¡o te comes la sopa o te meto la cuchara hasta el gargüero!", "si no te duermes te llevará la buja", "parece que el sol dora su cabello" ...
En penúltima instancia se llevaron al andarín con andares de pato al extranjero, a Sevilla, distancias del idioma -pensaron- que haría que en no entenderes no aconteciera literales las palabras. Pero se le instauró horchata en vena ante un "... tú no tienes sangre en las venas... tienes horchata". Y en última instancia acordaron taponar oidos al imberbe, que no oyera y así no padeciera.
Encargaron a un escocés sin aliento unas tapaorejas adecuadas de fino cuero labrado con perlitas de colores incrustadas y así se nos paseo él, de neonato, de infante, de imberbe ajeno a sonidos. Sólo mediante preparación de los cuidadosoparlantes se le permitía a Aquilino III levantar tapaorejas, y todos tenían gran cuidado al hablar.- Aquilino a-for-tu-na-do e-res ca-brón -le dijo su abuelo Olivier Hasbiningaum- ...ups per-dón.

lunes, septiembre 26, 2005 |

Un sapo, todo verde él,
con mayúsculas tildado,
ensimismado
mascando mosca,
se me acerca
me toca por la espalda
y me dice:


- Oiga usted, espero no molestar, pero hace tiempo que tenemos conversación pendiente. En ello espero saldar deuda y que en un futuro no reclame charla, conversación, coloquio, comunicación o prosa... habida cuenta de sus reclamos. Es para ello necesario o conveniente que de un tirón me exponga la esencia, no se me ande por las ramas, ni me serpentee... hable.


Toco lomo
acariciando cuerpo
rechoncho y viscoso que asquea
-sin muesca que adivine-
limpio dedo en gusano
que no veo y
que reviento
asqueo doble
que relame el sapo,
todo verde él,
y digo:


- A ver ¿qué parte no entendiste? porque yo explicate todo. Y vuelvo a decir ¿qué parte del todo que yo explicate no entendiste?. Que claro, me dijiste, que quedó. Que claro, asentiste, te quedó. Di.... ay no digas que ya avisada era, quedé, porque ya lo sé.


Siento en charco
marrón, que no gusta,
que antes de lo sólido de la tierra que tiene
barro me llevo
aunque más tarde -cuando me levante-
ahora absorbo
el agua que en la superficie está.
Y sapo dice:

- Yo decítelo, tú eras sabida.

Ya ahí
para no remediar
digo:


- Ay sapo, sapo verde. Lo entendí, sí. Pero si ahora me hablas de un "ya te lo dije niña que no hiciste caso" mañana volveré y de nuevo iniciamos la conversación, con lo mismo, puesto que te aburre que lo sé, vayamos al secado.


Y el sapo,
todo verde él,
cierra ojos saltones que se van
infla mofletes que estallan
y éste echa lengua larga roja pasión
contra mi cara
y seca que te seca
y echa para atrás la lengua
y restriega con ahínco ésta
en todo su lomo lomero
que queda de gotitas de agua de piel.

sábado, septiembre 24, 2005 |

and the weekend plan is...

1. Ir al cine. Deseosa estoy por ver "El mercader de Venecia", "Princesas" o bien, "Charlie y la fábrica de chocolate".
Insisto, deseosa. Ninguna estaba en cartelera. De entre las que hay elijo "Cuatro hermanos", que bien pudo llamarse "Cuatro bodrios", totalmente prescindible. Si bien -e intentando buscar el lado bueno y ser positiva- consigo localizar el mejor lugar, alejado éste de la chavalería -siempre presente y dados a la risa fácil o al comentario rápido, todo ello en un tono en el que el resto de la concurrencia podamos oirlos con el suficiente volumen para sentir que los tenemos al ladito nuestro-, la última vez que esto no ocurrió estuve a punto de cometer un cinecidio e ir a la cárcel de los que cometen este tipo de delitos, conocidia como la carcelcidios. El inconveniente de este tipo de localizaciones, alejada de todos, es que posiblemente los diez primeros minutos de la película sufras tremendos mareos porque la pantalla la tienes justito a cincuenta centímetros.
2. Adquirir "La sombra del viento" de Carlos Ruiz Zafón.
Conseguido.
3. Compra indiscriminada de ropa, zapatos,videojuego y cortina.
Ropa no. Pues no encuentro nada de mi gusto.
Zapatos no. Pues no encuentro nada de mi gusto. Pero sucede que veo las botas más horrorosas jamás creadas, me acerco a ellas y para cerciorarme de que son reales las sujeto levemente con las yemas de dos dedos, tanta sutileza es debida al miedo que siento de que éstas cobren vida y me muerdan. En estas estoy cuando se me acerca una chica joven y de risa fácil y me dice "son tremendas, ¿verdad?" a lo que yo, sin poder apartar la vista de las botas, respondo "sí, sí y sí, son tremendamente horrorosas, ¿a qué ser humano se le puede ocurrir ponerse este engendro?", silencio... es la dependienta, seguramente en su primer o segundo día de trabajo, me recompongo y digo con mi voz más humilde "no me hagas mucho caso, acabo de ver una película y tenía la proyección tan cerca que sigo mareada". Las botas eran de color blanco espeluznante (charol), correas por toda la caña de la bota, brillantitos de colores y elástico en su recorrido final.
Videojuego para la play no. Pues no recordé el título del susodicho juego recomendado, a pesar de los cientos de miles de títulos que la chica dependienta con el pelo de colores se afanaba en decirme por si a mí se me ocurría recordar el título, yo sólo acertaba a decir "es del ramo de Tekken". Así que al llegar a casa he enmoquetado completamente el salón y he comenzado a dar patadas a diestro y siniestro, por un lado será un buen ensayo para cuando consiga el juego y por otro lado en noviembre comienzo el gimnasio, una mezcla de "boxeo con otra cosa" me dice -me fascina cuando alguien me recomienda algo de esa forma-, así que lo practicaré el boxeo con la otra cosa (espero que esa "otra cosa" no sea con el ganador de carne y hueso mundial del Tekken).
Cortina no. Pues no llevé medidas y ante un "es una gran ventana ¿eh?" yo me callo.
4. Hacerme un tatuaje.
Tatuaje no. Pues era condición sin equanum que este fuera totalmente indoloro. Así que optaré por comprar bolsas de pipas, en algunas hay unas calcomanías de shin chan que son fascinantes, una locura.
5. Localizar lugar y asistir a un concierto de Las Grecas.
Fue una opción, a estas alturas totalmente descartada. Se retiraron.
6. Morir un poco.
Conseguido. Este fin de semana he conseguido morir un poquito.

miércoles, septiembre 21, 2005 |

padezco distorsión - el desenlace

- Ni nigiciiciinis ni lichis, ti himis linzidi ini ipi histil, jíditi gilipillis.

Cerré los ojos y de espanto apreté tanto la taza de café que ésta se hizo añicos en mis manos. Durante unos segundos imploré que ese timbre de voz, en exceso agudo y diminuto, no proviniera de quien yo imaginaba, pero de nada valieron mis ruegos. Abrí los ojos, dirigí mirada inspeccionadora y ahí la vi, correteando por la encimera, huyendo como vil hormiga, a dos palmos de un golpe certero en el que podría aplastarla sólo con dejar caer mi mano, pero aún estaba perpleja ante ese: "Ni negociación ni leches, te hemos lanzado una opa hostil, ...." (de vital importancia es saber el por qué estas simples pintas negras sólo utilizan la vocal "i" negociación en su decir) y no pude por más que quedarme inmóvil, incrédula, descreida, imbécil y adjetivada en negativo durante un interminable instante.

-¡Cabeza, que me adorna, para qué te quiero! -me dije.

Mientras, procedente de la campana extractora podía oirse un rumor hormigueril que así decía "li grindi nis timi, li grindi is díbil...". Azul de ira (siempre creí en los colores de los sentimientos) y casi blanco roto de enojo decidí (para mis adentros) que ahora, sí ahora, negociando sí era una bestia.

Por lo tanto, sin consideración previa y sin ver ser vivo alguno, dirijo mirada localizadora hacia el techo (y de allí que rebote hacia todos lugares donde ellas habiten) y así dije:

- Queridas mías, mis convecinas, mis mimadas.... eso (titubeé , craso error), lo que nos ocurre a ustedes y a mí es algo así como una amistad mal empezada, por lo tanto aún solucionable, reunámonos mis... eso (agghhh).

- Vili grindillini, miñini i lis siis di li tirdi riiniín, hi dichi.

Me bastó oir esa palabra, reunión (para ellas "riiniín") porque automáticamente en mi linda cabecita se disparaban las primas de esa palabras, es decir, negociación, pacto, ganar... Por lo que decidí sacar mis armas villanas, compuestas por una camiseta ajustada donde rezaba "Negociando soy una bestia" y una ensayada mirada que congelaba al interlocutor.

Día siguiente. Fuí la primera en llegar a la sala de juntas (pues es mi salón y un paso mío suponen cientos de ellas) y me senté a esperar. En estas llegaron ellas todas vestidas con impecables trajes de corte italiano y maletines negros de piel a juego; ¡maldición estaban bien asesoradas !, no me dejé avasallar y tomé la palabra, y así comencé:

- ¿Tienen algo que decir o definitivamente comienzan su partida de este mi hogar? -sí, ahí estaba yo adueñándome de la situación y comencé a entreabrir ojos de mirada congeladora hacia mis equidistantes convividoras.

- ¿Ti is qii iris tinti? Ti himis linzidi ini ipi histil, piliti in ti tijidi...

Venían con la lección aprendida, me recordaron la opa hostil lanzada (dudo que supieran lo que es pero a pesar de ello, acojona) y acabaron con un demoledor "pelota en tu tejado". Mi turno.

- Con amenazas no lograremos nada. Para llegar a buen término en esta, nuestra, negociación propongo una serie de puntos, si al término de esta mesa negociadora no hemos llegado a un acuerdo me encargaré personalmente de echarlas a todas con una tremenda patada en sus negros culitos -y sonriendo dije- estos son: uno. les buscaré nuevo hogar en el campo, frente a mi casa, dos. todos los meses me pasaran un listado con las provisiones que necesiten, tres. no me saludarán cuando nos crucemos por la calle, cuatro. me darán masaje cosquillero en los pies los viernes por la noche, cinco. retirarán la opa hostil (por si acaso). ¿Qué me dicen? -y me recosté esperando respuesta satisfactoria.

Silencio del otro lado de la mesa, pese a un leve cuchicheo al fondo, pues habían venido así como unas seis mil doscientas quince hormigas más dos observadores internacionales. La reina hormiga se relamió las antenas, yo andaba sabedora de mi triunfo, y dijo de esta manera:

(pasaré a modo traducción simultánea, por la importancia de sus palabras en el declive de su nación hormiguera)

- Pinti pir pinti (punto por punto) sirí isí (será así): ini. ni di ciñi (uno. ni de coña) dis. ni, ni i ni, ¿i qií criis qii hiríi yi cin millín trisciintis mil hirmigis iciisis?, dil plini implii pisiriimis i li dilinciincii irginizidi, bidis mifiisis, iscritiris, gingiiris, pliiisticiiniris, itc... (dos. no, no y no ¿o qué crees que haría yo con millón trescientas mil hormigas ociosas?, del pleno empleo pasariamos a la delincuencia organizada, bandas mafiosas, escritoras, bingueras, playestacioneras, etc...) i dil risti, pirdini qii ni ti rispindi piri mi dirii li risi fliji (y del resto, perdona que no te responda pero me daría la risa floja), isi qii viti, viti y viti yi (así que vete, vete y vete ya), i ti linzimis ini ipi histil (o te lanzamos una opa hostil).

Entonces fue cuando las vi a todas, no las seis mil representantes que estaban en mi mesa, sino las millón trescientas mil hormigas salir de todas partes y sacarse del bolsillo interior de la americana unos tirachinas y cargarlos con espinas que pinchan y duelen una barbaridad, ante lo cual les dije así:

- Ruego unos minutos para llevarme... -en ese momento apuntaron a matar- ... pues lo puesto. Disfruten y sean felices.


martes, septiembre 20, 2005 |

- Tú primero -dijo el hombre con apellido italiano.

Hizo resbalar mano sobre hombre con tirantes y la acompañó por la línea fina, la que estrechea.
Él sobre firme andando, ancho.

- Y dime -dijo ella intentando mantener el equilibrio- ¿cuan larga es la línea? mira... que levanto tobillo y doy la escapada por última.

Él sonríe, se sabe.

domingo, septiembre 18, 2005 |

Te he dibujado soñándome
y parecías feliz,
tanto
que costó desdibujarte la sonrísa
tanto
que invitaba a la imitación.
En éstas me encontraba,
placenteramente,
cuando se difuminó
la desbocada
la sibarita
la descomedida
sonrisa
y se volvió defectuosa
en su no existir.

viernes, septiembre 16, 2005 |

Cuando no me creas
te regalo mentiras y jugamos al quite.
Y no te quedes
que ya no me quedan espacios.
No te abro
ángulos verás... es que te tendré en un ay.

Actuando con reciprocidad
estiro un pie y éste, que llega lejos, avisa de futuros y aconteceres.
Regresa y me cuenta:
"no, no hay nada" -me dice.
Lo cubro con un zapato
y le doy descanso
porque no vio ni percibió
y volvió tristón.

jueves, septiembre 15, 2005 |

Existen días siniestros de naturaleza dañina, cuando en ellos toco fondo lo único que me hace salir a flote es un sutil engaño, dura un instante, siempre sentí cierta inclinación al autoengaño entendido como inyección de fuerza, acto seguido me engrandezco y supero ese momento. Estos instantes son una puta mierda y no soporto no controlarlos.








Cualquier otro día podría sacar de ésto la parte divertida, no hoy.

miércoles, septiembre 14, 2005 |

mentí, yo lo que quiero es ser artista -en general-

Estudios científicos demuestran que si te cae un rayo de lleno duele una barbaridad. Por eso cuando esta tarde un pseudodios, de un nivel desconocido para mí, me ha parado en la cola del supermercado y me ha dicho "mira bonita se avecinan tormentas y caerá algún rayo, he visto tu hoja de resumen y que... bueno, que tienes todas las papeletas para que te parta un rayo... uyyy se me hace tarde -dice el pseudosemidios temiendo mi llanto- así que márchome". Me da, el cabroncete, una palmadita en la espalda y sale poniendo pies en polvorosa.

El señor de la tienda se ha apenado por mí y me ha dejado contarle que yo lo que quiero es ser artista, que si el rayo me deja útiles los brazos aprendo a tocar el violín, que si el rayo me deja libres las manos yo escribo, que si el rayo me ilumina yo pinto, que si el rayo me deja libres los pies yo huyo, que si el rayo me deja vivir yo podría quererte... el señor antes amable me indica que es la hora de cerrar y que por favor abandone el lugar o se verá irrevocablemente obligado a llamar a seguridad. En fin... rayo decirte quiero que ya no me resisto, así que párteme si ese es tu deseo, en caso contrario, olvídame pues ando ocupada. He dicho.

domingo, septiembre 11, 2005 |

Hamlet Revolutions
Personajes
Hamlet
Ofelia
Fantasma
Mulder y Scully (en bloque)
Rosencrantz
Guildenstern
Escena I
En la corte danesa en el palacio de Elsinor
Rosencrantz y Guildenstern, de madrugada.
Rosencrantz.- ¡Oh por fin nos encontramos!. Y ahora dime ¿por casualidad hallaste a Hamlet?
Guildenstern.- No, por más vueltas que di.
Rosencrantz.- A mí, no se me ocurre más donde buscar, pues recorrí cada rincón del palacio, y pregunté a cada ser que me encontré (con gesto desesperado) ¡ardua tarea me parece!.
(Se oyen ruidos)
Rosencrantz.- Alto ¿quién va ahí?, responda pues mi mano rápida es y pronta a empuñar espada está.
Hamlet.- Querido amigo, envaina espada si en tu mano está, o sosiégate si pronta a ello está, pues soy yo, Hamlet.
Rosencrantz.- Hamlet ¿dónde te habías metido?, horas llevamos buscándote.
Hamlet.- Serénate amigo, toma aliento y dime ¿algo ocurre, a qué viene este desaliento?
Guildenstern.- Sobre la medianoche, dos vinieron a buscarte, de extrañas vestiduras, serios y siempre pensativos, aún se encuentran en palacio, dijeron que no marcharían sin antes verte.
Hamlet.- Acompañadme a su presencia. No son horas estas de requerir audiencia.
Escena II
Hamlet, Mulder, Scully.
Hamlet.- Hágamos breve esta intempestiva visita y díganme el motivo qué aquí les trae.
Mulder.- Bien, antes, discúlpenos por las molestias que podamos ocasionar, somos dos investigadores bastante guays venidos de las américas para investigar casos...
Scully.- ¡Joder Mulder cómo te enrollas!, sé breve coño... Señor Hamlet tenemos entendido que a veces ve muertos, nos hemos permitido la licencia de preguntar a Ofelia si sabía algo sobre este asunto pero andaba con prisas y ensimismada, ausente diría yo, sólo ha acertado a decirnos que se iba al río.
Hamlet.- (Dirigiéndose a Rosencrantz y Guildenstern) ¿Podéis dejarnos a solas? pues no es este asunto fácil de tratar.
(Salen ambos)
Mulder.- ¿Es cierto que ve el espectro de su padre ya muerto?
Scully.- Mulder ¡por el amor bendito!, si ve el espectro de su padre es porque ya está muerto ¿o es que acaso se puede ver el espectro de tu primo de Boston aún vivo?, ay Muldercito déjame a mí (girándose hacia Hamlet). Dígame señor Hamlet ¿es cierto que ve el espectro de su padre y no es más cierto que incluso habla con él? (hacia Mulder, al que le dice murmurando) aprende.
Hamlet.- Pues cierto es y más les digo que me finjo demente pues serías sospechas tengo de que fue mi tio, que ahora reina, el que acabó con la vida de mi padre para apoderarse de su trono y casarse con mi madre. De ésto si hablan yo negaré pues estoy en pesquisas aún descubriendo. Digna mezcolanza ridícula, pues en medio me hallo de celos, venganzas, tragedias, miedos, muerte y derrocamientos.
(irrumpe violentamente una voz que de lejos llega)
Ofelia.- Arjhhhhhh, el agua helada está, me congela hasta el alma.
(Hamlet se acerca a una ventana)
Hamlet.- No acierto a verla, el río lejos está... ay esta Ofelia rara es.
Scully.- Uhmmm (pensativa) ésto escapa a nuestra investigación, el asesinato no entraba dentro de mi, nuestra, investigación, nos marchamos Hamlet, pondremos esto en manos de la policia de magnicidios (coge del hombro a Mulder que está sentado cabizbajo sentado junto a la chimenea) levanta Mulder, nos vamos.
Hamlet.- Esperen ¿gustarían de hablar con el espectro de mi padre?.
Scully.- ¿En serio? ¿así de fácil?, claro, he estado esperando esta oportunidad toda mi vida.
Hamlet.- Esperen aquí, cojan el aire disponible y llenen pulmones pues ésto es de cortar respiraciones.
(Hamlet sale de la estancia)
Escena III
Hamlet, Scully, Mulder y espectro fantasmal.
Ya amaneciendo, entra en escena en primer lugar Hamlet arrastrando a alguien cubierto con una sábana.
Hamlet.- Entre padre, no tenga miedo, ante estos cuente lo que a mí ya dijo. Me temo no ser creido por nadie más, me temo ser tomado por demente, temo la cordura perder... entre padre.
(Ante los ojos desorbitados de los dos visitantes entra alguien cubierto por una sábana)
Scully.- Pero, Hamlet, por el santo f.b.i. ¿esto no es un espectro, no te das cuenta que te han tomado el pelo?.
Espectro.- No, no... uhhh soy tu padre asesinado y te exijo venganza, mira Hamlet, escucha uhhhh soy tu padre.
(El espectro se arremanga la sábana y dando pequeños saltitos y con un "uhhhh" ridículo intenta huir).
Hamlet.- Quieto ahí quien seas, el alto te ordeno y exijo te descubras o esa sábana colgará contigo del patíbulo.
(Mulder por la espalda alcanza al cubierto por sábana y le quita ésta dejando al descubierto a Tom Jones).
Scully.- ¿Tom Jones, qué recontracórcholis haces aquí?.
Hamlet.- ¿Quién eres, por qué has inquietado mi espíritu con malas artes? crueles hechos los tuyos.
Scully.- Tranquilo Hamlet, deja explicar al Tom (y por lo bajito le explica que es un cantante de los sesenta que pervive en el tiempo, como él), va Tom di.
Tom Jones.- A ver, se me tranquilizan que yo explico todo. Comienzo diciendo, en mi favor, que siempre quise actuar en Broadway y ver mi nombre en letras de neón junto a las de Kenneth Branagh como director y alguna guapa rolliza moza como mi Ofelia, y claro no lo consigo que el Kenneth se pide siempre ser el protagonista. Este es el motivo por el que aquí estoy interpretando al espectro, que es el único al que puedo suplantar pues muerto está. No he hecho mal a nadie puesto que bien caracterizado estoy y es más y bien puedo decir que forma de hablar copié, mírenlo, y las mismas cosas dije que el espectro real y en estas que así le dejo descansar, y así ven que bien hice.
Scully.- Tom si lo miramos desde esa perspectiva... sí, no está mal tu punto de vista. Mira Hamlet, chaval, si cuentas esto nadie te creerá por lo tanto considero que deberías dejar marcharle, ¿no crees?.
Hamlet.- Marchar podrás pero antes escúchame (y le aparta a un lado para hablar entre ellos dos sin ser oidos), Tom lazos nos han unido, aunque falsos, lazos son, por eso me creo en el deberecho de pedirte que tú, hombre de mundo, acabes con la vida de mi tio, ¿me respondes?.
Tom Jones.- De acuerdo, pero no se lo digas a estos dos, sobre todo a ella, que son unos tiquismiquis.
Hamlet.- En esas quedamos, querido falso espectro.
Fin

sábado, septiembre 10, 2005 |

desenterrando batracios


Van dos. Dos que caminan juntos.Y caminan en silencio pues sabedores son que aman esos momentos en los que no es necesario que medie la palabra.

FIN.




Personaje que inquiere. -¿Por qué una historia tan corta? ¿Por qué das un fin tan prematuro cuando la narración no ha hecho más que comenzar?

Personaje autor del texto. -Sinceramente adoro las historias con finales tristes, pero me pediste un final feliz. Si escribo una frase más los dos personajes tomarían diferentes caminos y en sentido contrario, con tanto ímpetu que no volverían a encontrarse jamás. Por lo tanto, ahí tienes tu final feliz.

Personaje que inquiere. -Continuaré inquiriendo, salvo que te moleste... y advierto tu mirada pícara, señal de que gustas de este desasosiego. Y pregunto ¿no podría ser un final triste tras largos, enormes y largos, años de felicidad?.

Personaje autor del texto. -No, un final feliz surge nada más olvidar la angustia o justo cuando acaba un dolor de muelas o justo cuando logras coger un autobús que creías escapado... esas dos líneas son el único final feliz que te puedo ofrecer.

Personaje que inquiere. -Sólo eres un dedos rápidos.

jueves, septiembre 08, 2005 |

(con rabia)
Me acuso formalmente, soy culpable de no cuidarme.
.
.
.
Podría decir que soy una perdedora nata o una sincera suscriptora a la mala suerte o una hábil escapista del buen designio providencial... o simplemente que es un mal día, pero no lo diré.

miércoles, septiembre 07, 2005 |

Yo lo que quiero es ser lanzadora de cuchillos...

...y marcharme a las Vegas donde comenzará mi gira mundial acompañada de mi fiel y entregado azafato Kevin que lucirá mono de cegadores destellos dorados, fajín negro y cinta en la frente quitasudores de lentejuelas. Para tal ocasión vestiré de negro solemne, sencilla yo, que ya mi azafato presenta colorido y se encarga de la ostentación y adornos.
Para tales eventos he contratado un seguro de vida para todo aquel que esté a unos cien metros de mí, y aunque el señor de la compañía de seguros se ha negado a que haga una prueba con él, colocándole una mini aceituna en la calvorota, he salido satisfecha pues he logrado lanzar un par de cuchillos en la oficina que extrañamente han ido a clavarse justo en el lado contrario al deseado por mí y más teniendo en cuenta que me han rogado por amor de todos los dioses de la puntería que no me tapase los ojos.
Mañana, temprano, me pongo a realizar mis primeros ensayos, y por supuesto, con los ojos tapados.

martes, septiembre 06, 2005 |

Inmediato es como me ato
a tu costado sin injerto
para que en estas de caminar
me lleves sin yo presionar.

Serás de dictamen certero
aún siendo postrero,
pues he de habérmelas contigo
y, así, en disputas te lo digo.

Yo nadando en caudales de hambre violenta
tú habitando el soliloquio vehemente
más sé de un fin de muerte lenta.

Idearé un movimiento de tripas incesantes,
aún dolientes ellas pero
que a los dos nos haga deseantes.

domingo, septiembre 04, 2005 |

Andaba yo paseante por una calle repleta de piedras salientes y rectangulares muy anglosajonas, lisitas ellas, arrejuntadas y grises que son. En estas andaba, en mirar absorta por entre cabezas, en esquivar rostros planos, en recoger el rayo de sol perdido por entre los edificios para que me ciegue momentáneamente y así ver una instantánea de estrellas, en meter manos en bolsillos cuando me cruzo con un perro, en el caminar despacio me hallaba cuando a lo lejos divisé un personaje por entre la marabunta humana, mis ojos buscaban los destellos de su colorida y extravagante vestimenta, mi paso se aceleró tanto que en dos del gato con botas llegué a la altura justa para estar frente al personaje en cuestión, firme paré frente él. Por mi colocación justo en su linea del caminar él también paró y me dijo así:

- Tú por estorbo que asemejas serás la escogida -me dijo para mi asombro pues ni saludo formuló.

- Esto... ¿escogida? no sé a qué se refiere -dije intentando esquivarle- disculpe aunque esto parezca una provocación simplemente mis pies me llevaron en el caminar a situarme frente a usted, mis disculpas -paso para rodearle di y paso hacia adelante proseguí.

- Quieta te digo, te prenderé en caso contrario. Quieta y escucha mujer, una misión que encomendarte tengo, pero antes dime ¿soy reconocido por ti?.

- Pues... no sé -y por su vestimenta y bromeando pensé decirle que segura estaba de que Miguel de Cervantes era- eres Miguel de Cervantes, sí -y sonreí pues creí que era broma compartida-.

- ¡Albricias!, no debí encomendarme a la suerte en el envío. No mujer, errada estás, pues soy William Shakespeare, y dejémonos de circunloquios y vayamos a la cuestión con cierta premura pues prisa tengo, encamínate y busca papel y objeto con el que escribir, compón la segunda parte de Romeo y Julieta, de argumento libre pero hilado con la historia primera. Y ahora marcho, adiós.

Y diciendo ésto continuó camino hacia adelante, cerré ojos instintivamente por el choque y al no sentir presencia y abrirlos había desaparecido. Casi sin pensar abandoné un paseo ya falto de interés y me encaminé a casa y allí escribí esto:

ROMEO Y JULIETA RELOADED
PERSONAJES
Romeo, hijo de Montesto.
Julieta, hija de Capuleto.
Ama de Julieta.
Gary Sinise.
Prendedores policiales.
Principe.
Coro.
La escena transcurre en Verona y Benidorm.


CORO. Odios ancestrales en estas dos familias de igualada nobleza nos llevan antre un sepulcro en el que yacen Romeo y Julieta. Ante ellos llora desconsolada el Ama.
ACTO I
Escena primera.
En el panteón.
(Ama y Gary)

AMA. ¡Y ahora aquí están, muertos los dos, aún calientes sus cuerpos!.

GARY SINISE. A fe mía que el asesino ronda cerca, pues toco y compruebo que sí, calientes aún están.

AMA. ¿Asesino, de asesino habla? ¿Pues no es sabedor del suicidio engañoso de estos dos?, no, no lo es. Pues yo presta le cuento...

GARY SINISE. (Qué me aten a un mastil si reposo en oirla). No se moleste ya hasta aquí llegué para descubrir al matador. Ataré cabos, analizaré pruebas, comienzo por este puñal que en manos de ella está.

AMA. En error está, puesto que ese puñal de Romeo es, por lo tanto las huellas de sólo ellos dos llevará, de él por ser dueño y de ella por ser la que lo clavó en sí misma, más si lo pienso también las mías pues yo saqué puñal por si tan recién hundido estaba que aún no hubiese rozado órgano, hecho no acaecido así, pues yace muerta ella.
Escena Segunda
En el recinto del cementerio.
(GARY Y PRENDEDORES POLICIALES)
-GARY. (Gritando) ¡A mí la guardia! Prended a esa mujer, pues ella hundió puñal en el cuerpo de Julieta, investigaciones posteriores saldrán a la luz y en ellas que también ella vertió veneno sobre la boca de Romeo.
-PRENDEDORES POLICIALES. Justo es.
ACTO II
Escena Primera.
En Benidorm
(GARY Y PRINCIPE)
PRINCIPE. Y bien y dime ¡con cuánta destreza conseguiste tan pronta averiguación!, ¿a qué fue debida?, dime.
GARY. Es simple, mi querido principe, el asesino es siempre el mayordomo, en este caso el ama.
PRINCIPE. Disculpa mi querer saber, pero ella se envenenó -veneno de sólo 48 horas-, él se envenenó -veneno eterno- ella despierta y loca introduce el puñal de él en su cuerpo, ¿no es esto la descripción de los hechos?.
GARY. Pues no.
PRINCIPE. Ah, (girándose) tomaré el sol por la espalda.
FIN.



Posible exposición pública de idiotas. jueves, septiembre 01, 2005 |

- Te haré la entrega de mi corazón en dos fases, -dijo ella- la primera a la entrega de tu amor, la segunda cuando ya no me quieras.
- Pero entonces, ¿no crees que yo estaría en desventaja ya que sólo tendré una entrega? -reclamó él.
- Ese es tu problema, el mío será calibrar entre una entrega y la otra -finaliza ella.
El lunes pasado alguien me comentaba que siempre en una pareja hay uno que quiere más que otro, que está más enamorado que el otro; simplemente acerté a decir que eso ya lo sabía, es más, opine que incluso en las parejas de la guardia civil o de baile o de ases.... ocurre igual, exactamente igual.