<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13908603\x26blogName\x3dcoloquialmente+hablando\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://coloquialmentehablando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://coloquialmentehablando.blogspot.com/\x26vt\x3d8850754969552848853', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

About

"Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium. Nemo enim ipsam voluptatem quia voluptas sit aspernatur aut odit aut fugit, sed quia consequuntur magni dolores eos qui ratione voluptatem sequi nesciunt."

diez minutos al día.
Corría el año 2326 e inexplicablemente yo aún estaba viva, hecho que dejó de preocuparme allá por el dos mil cien, más por cansancio emocional que por seguir preguntándome el por qué mi cuerpo no envejece y muero acabando así el lógico ciclo de la vida.
He vivido estos siglos siendo una enciclopedia histórica andante, respondiendo a miles de requerimientos sobre acontecimientos pasados, como curiosidad decir debo que la pregunta que más veces he tenido que responder era si Jean Claude Van Damme o Emilio Aragón eran ciertamente actores o sólo unos hologramas.
La tecnología ha avanzado hasta límites insospechados tres siglos atrás. No existe la enfermedad ni, de hecho, ningún tipo de dolor, ninguno. New Pol inventó una máquina que acaba con cualquier emoción que sea tildada de negativa, como la tristeza, la angustia, el desaliento, el miedo, el desamor, la impaciencia, la pérdida... Lo que en un principio parecía algo positivo pues acababa con pesares y lloros acabó por parecerme una sinrazón terrible. El dolor ha de ir íntimamente ligado a la alegría de cuando éste desaparece como el desesperante muere hasta que llega el esperado. Todo ello, y quizá mi egolatría reciéntemente adquirida, ha hecho que me dedique en cuerpo y alma a explicar a todos aquellos que quieran escucharme la necesidad de sentir, de sentirlo todo; es imprescindible la pena para apreciar la alegría. Suelo situarme a las puertas de estos centros, mal llamados Centros de la Alegría, e intento convencer a todos aquellos que vienen con penas de desamores, llorosos, tristes, abatidos... de que entrar allí es un tremendo error, pues es directamente proporcional el dolor que sienten al júbilo que sintieron, y si acaban con esa proporcionalidad están dejando cojo al universo. Socialmente se me considera algo así como una pseudo guía espiritual sectaria a quien siguen un grupo de adeptos que gustan de lloros y lamentaciones.
Pero no todos las máquinas suplen tristezas ni son absurdas, hay una en particular que me ha permitido a lo largo de todos estos años ser feliz. Lleva décadas siendo un artilugio obsoleto, y aunque sólo permite su uso durante diez minutos al día yo la utilizo absolutamente todos, jamás, jamás perdono. Mi dedicación a mi especie de secta es absoluta, salvo mis diez minutos al día. Consiste en revivir los diez minutos que se prefieran del pasado, y no se trata de un sueño o de realidad virtual sino de transportarse al pasado y volver a vivir, alterno entre él, familia y amigos. Con mi familia suelo revivir cenas de las buenas, de las concurridas. Con mis amigos momentos celestiales de risas y abrazos. Con él revivo besos -los más- y conversaciones largas e incluso de vez en cuando alguna disputa en donde yo no paro de reir, inexplicable para él. Todó está bien.
Lo único a lo que pondría pegas insalvables es a que la moda resucita, ahora toca la de los años ochenta (mil novecientos), terrible. Perdón, se aproximan mis diez minutos, vuelvo con él.

You can leave your response or bookmark this post to del.icio.us by using the links below.
Comment | Bookmark | Go to end
  • Blogger cieloazzul says so:
    01 mayo, 2006 04:02  

    mi querida milsagenária...
    me enorgullece el saber que seguimos leyéndonos apesar de que según años más le llevo distancia...
    Cómo siempre, siempre, es un placer leerte querida sinmás, cosa que... es parte de esos 10 minutos que me acompañan en mis 24 hrs de recuerdos memorables...(sonrísas y apapachos)
    Muchos besos:) top

  • Blogger Msc says so:
    01 mayo, 2006 10:40  

    No quiero conocer el secreto de esa longevidad, pero más le valdria a sus...¿contemporaneos? (Uffs, no encuentro una palabra válida para esta situacion)... escuchar un poquito sus palabras.
    De todos modos tampoco estará de más ampliar ese hueco a media horita... vivir en un mundo tan plano emocionalmente ha de ser....¿Eh? Por cierto, ya que ha vivido tanto tiempo, realmente Emilio Aragón es un holograma... y, ya que estamos, mándame los numeros de euromilloones del viernes cinco de mayo del dosmilseis por mail. Gracias por adelantado. top

  • Blogger Bito says so:
    01 mayo, 2006 13:15  

    Mmmm en su secta explica usted que han de sentir, pero digo yo ¿ellos sienten? porque realmente no es lo mismo...

    Ahora eso sí, la maquinita esa me la podría usted prestar un rato ¿no? yo se la devuelvo nuevita, nuevita. top

  • Blogger Fer says so:
    01 mayo, 2006 16:58  

    Lo que yo decía, mi estimada Sinmás, Ud. debería ser la líder espiritual de algún culto...

    A mí tampoco me gustan los 80's top

  • Blogger Zifnab says so:
    01 mayo, 2006 19:43  

    Epicurea se nos ha puesto usted

    En fin mientras la leia me han surgido ideas como para una docena de libros que jamás escribiré, por la sencilla razón de la genialidad intrínseca que acompaña a todo libro no escrito. E includso me ha recordado a uno que un día prometí escribir y que aún prometo.

    Dele recuerdos de mi parte

    Sea feliz de paso top

  • Blogger Nadal says so:
    02 mayo, 2006 04:42  

    Yo digo que luches con todas tus fuerzas por evitar aquello de la moda ochentera...

    Y dale con la secta, suena bien. top

  • Anonymous Anónimo says so:
    02 mayo, 2006 12:30  

    Yo tengo una pregunta, de esas profundas, ya me conoce,

    ¿Siguen "televisando" aquí hay tomate? top

  • Blogger Rolando Escaró says so:
    02 mayo, 2006 21:10  

    de vuelta a los 80´s... creo que no me gustaron mucho, pero uno nunca sabe. eso si el camino para encontrar la felicidad a veces no es tan complejo, pero se tiene que vender como tal. complejidad humana dependiente de las cosas negativas. pero aun asi, lo que de verdad importa sigue en el mismo lugar top

  • Blogger novivo says so:
    11 mayo, 2006 16:29  

    Hola! me gusto tu relato. Sería feo vivir tantos años, creo yo. Y vivir sin ese equilibrio natural que nos da la alegría y la tristeza o el amor y el odio, seríamos simplemente unos seres robotizados.
    Los recuerdos siempre nos ayudan a seguir adelante, los buenos más que todo.

    Saludos top