Cerebro emocional -o de cómo tuve conocimiento de la existencia de Rosencrantz y Guildenstern-
Tras miles de estudios científicos e infinidad de cortes transversales del cerebro se llega a la conclusión de que a pesar de ser el órgano más estudiado también es el más desconocido.
Soy consciente de que mi aportación a la ciencia es y será prácticamente nula e incluso me atrevería a decir, si no me tuviera en tan baja estima, que mi notable torpeza en este, y en otros muchos terrenos, tiene algo de hermosa ternura. He aquí mi aportación a la ciencia médica.
Tras algunas torpes conexiones sinápticas fallidas mis neuronas dejaron de estar en continua y casi perpetua armonía, si bien tal hecho no me preocupaba en demasía entendí que si esa situación se prolongaba podría perder mi órgano más preciado, por lo que me puse unas gafas de culo vaso (con las que no veía absolutamente nada) y dediqué diez minutos de laborioso y sacrificado tiempo al estudio de mi cerebro.
Las primeras -y únicas- conclusiones a las que llegué me dejaron tan estupefacta que tardé, exactamente, treinta segundos en asimilarlas y son las siguientes que, ahora, paso a relatar:
En mi cerebro viven dos tipejos llamados Rosencrantz y Guildenstern, exactamente habitan en el tálamo, aunque dan largos paseos con agradables charlas por el hipotálamo, el subtálamo y el epitálamo. El primero es altivo y muy seguro de sí mismo, no le gusta pasar inadvertido y hace gala de un descaro y desvergüenza tal que me hace, en cierta forma, envidiarle. El segundo es tímido, a veces -literalmente- se hunde y se entierra, y acaba por creerse sus males, yo siempre le he querido.
- ¡Eh, vosotros, ¿quiénes sois? -les dije cuando les sorprendí en su paseo vespertino por el hipotálamo.
- ¡Albricias y retruencanos, osa preguntar vos!, por San Teodomiro ¿quién sois vos? -dijo Rosencrantz, con toda su soberbia, mientras Guildenstern temeroso se escondía tras el primero.
- Pues.. soy la de la cabeza, quiero decir que... que por donde paseais es mi cabeza, estais en mi cerebro -atónita y casi sin creer lo que les estaba diciendo.
- Pues es menester que nos acompañes si deseas saber, no pararemos tan agradable paseo por vos.
Y tras explicarles la imposibilidad de pasearme por mi propio cerebro mantuve una animada conversación con ambos. Reimos durante horas y llegamos -los tres- a la conclusión de que se hacía necesario la quema de algunas zonas -el bazo no, les dije yo y Guildenstern soltó una carcajada que me llegó al alma, pues era nuestra primera broma compartida- según me dijeron habían encontrado... descubierto hemos -dijeron- lugares de sentimientos impronunciables, admirable eres ¡oh tú! que los conservas, pero limpia, limpia...
Y en esas estamos, aunque les rogué por alguno de sus dioses menores que en sus discusiones llegaran a alguna clara conclusión porque me tenían un poco perdida, a Guildenstern le pedí -con todo el tacto y cariño del que fuí capaz- que no pensara por algún tiempo, que se diera un descanso, me entendió y no pareció estar molesto con mi petición.
Creo que nuestro triunvirato será productivo, ellos me piden que les lea, yo les pido que no piensen por un tiempo.
"Hamlet.- Yo te quería antes, Ofelia.
Ofelia.- Así me lo dabais a entender.
Hamlet.- Y tú no debieras haberme creído..."
12 abril, 2006 09:04
Es apasionante viajar por el cerebro... neurona arriba neurona abajo...¿Tálamo?... no es ese el lecho nupcial Ja,jaja, que imaginación, y ahora tambien diras que es una estructura rugosa con circunvoluciones y todo eso, jajajaja. Neurona arriba, neurona abajo top
12 abril, 2006 17:13
caray sinmás, me has hecho acariciarme la cabeza y darle dos rasquidos en cada hemisferio, aunque sea superficial presiento que ha sido un gesto espontáneo el mio, y ¿puedo pedirte un favor?, si vuelves a contactarte con ellos, podrías decirme de que color es la oxitocina? le tengo mania( solo eso)
Muchos besos querida amiga...
Genial relato, como siempre!!! top
12 abril, 2006 18:36
Vaya paranoia cerebral que te has montado. Mis amigos y yo siempre hemos sostenido que en nuestros cerebros habitan mil millones de chinos pequeñitos que llevan los impulsos nerviosos en sus manos como si fuera una cadena. Los chinos es que curran mucho. top
12 abril, 2006 22:25
Miskronyc Xdddd debiste hablarme antes de circunvoluciones y así poder usarla en el texto ¡qué mira que me ha gustado a mi la palabrita!. Lo peor de todo Miscronyc, son las neuronas contradictorias, una que tira para un lado y la otra para el contrario.
Cieloazzul la oxitocina, me han comentado, que es de color naranja, pero yo no me lo creo XDDD Cuando te acaricies los hemisferios no olvides darle una palmadita final, que asemeje un toque de atención porque nunca se sabe... :-)
Jean Bedel ¿paranoia, tú crees? :-), en fin... sólo decir que lo de los chinos es una leyenda urbana, no existen, prefiero a mis los dos tipejos que habitan mi cabeza. top
13 abril, 2006 00:19
:-D
Espere un segundo, si era eso...
:-DD
No pero aún no es suficiente
:-DDD
Que puede querer decir o que tenga cuidado con mis papadas o que me lo he pasado muy bien, usted misma
Se feliz
P.D - Que tal si nos cuenta las andanzas de San teodomiro. Hace tiempo que no sabía de él e inquieto me ha dejado top
13 abril, 2006 05:15
ea! naranja como el antiviral que tomaba de niña, ¿ será? con efervecencias y espumita cosquilleante... eso, que la oxitocina se las sabe de todas todas, tanto que nos pone sensibles y de la risa al llanto nos burla desprevenidos...me han contado...
y eso, la palmadita, no la olvidaré;)por si acaso...:)
Muchos besos... top
13 abril, 2006 14:16
Así que es de ahí dentro de donde surgen las historias??? Pues dígale a sus personajes que me caen francamente bien.
Que sepa usted que se está convirtiendo en una de mis cuentistas favoritas. top
15 abril, 2006 23:35
Sinmas! qué haríamos sintí!
Me alegra muchísimo que hayas juntado palabras! Se echan en falta con mucha rapidez!
Me encanta tu historia, ahora me explico por qué oía pasos en la azotea! aún no pillo a mi par de habitantes cerebrales, pero escucharé más atentamente. Siempre imaginaba a alguien subiendo y bajando por las escaleritas para llegar a los archiveros y estanterías altas (como en las bibliotecas). Pero dos complementarios ya explican mucho sobre el origen de las divagaciones!!!
Tres besos para tí!
Gab top
17 abril, 2006 17:37
de vez en cuanto hay que mirar dentro de nosotros no? y si es al cerebro, pues mucho mejor, no se sabe que se puede encontrar dando vueltas en nuestros lobulos top
15 febrero, 2007 16:19
best regards, nice info » » » top