De señor con coloreada parte trasera.
Solrac camina de espaldas, en el semáforo de Gran Vía esquina Reyes Católicos hace su particular espera de cambio de muñeco privado de la capacidad de movimiento a muñeco con piernas andantes; y éste que nos ocupa procede de igual forma que en el poste anterior, supone al muñeco en colorado por número de viandantes que adivina reagrupados ante el burro plano a rayas blancas tumbado, y en esa actitud -que no posición espaldera- juega a adivinar movimientos en sus congéneres, y una vez ésta se ha producido él acompaña al resto en el pisoteo generalizado del burro, hace acopio de miradas e incluso interjecciones a su andar trasero que luego anota en su colección "interjecciones a mis andares de espaldas" por diversión que ya toda disconformidad está superada pues ya a tal o cual interjección responde con la misma pero con elevado tono de voz y una divertida elevación del labio superior que reune con nariz y bate de izquierda y derecha su cabeza, así decidió hace tiempo responder ante miradas observadoras amenazantes o dichas con interjecciones.
- Buenos días -le dice la que abrió la puerta.
- Buenos días, tenía cita consultoril a esto, a esto... de estas horas -le dice el que esperó tras la puerta.
- Oiga señor,estoy aquí, oiga ¿podría girarse? ...no puedo verle la cara.
- ¡Ay mi desconocida dama, distinguida en cuanto la sobrepase!, es ese el motivo de mi visita a este aquí, años ha pasado mi adorada esposa rogándome hiciera una consulta médica por lo que ella creía un problema, ya ve... -y sonríe sin sonido y asiente pero sin ser divisado por lo que no es comprendido- siempre creyó que debí poner tratamiento a esta mi forma de andar siempre creí que la haría desistir, ya me lo hizo prometer cuando de espaldas pedí su mano y cuando también de espaldas puse un anillo que por palpar no ayudó y que por no ver cayó varias veces al pavimento antes de, palpando, acertar al séptimo u octavo intento. Esto que ella ve como impedimento es ya elemento cultural en mis ancestros, ya mi bisabuelo anduvo de aquesta manera, ya mi abuelo y ya mi padre, que sólo se lamentó cuando de espaldas intentó ver la primera imagen en televisión y ésta que fue el primer paso del hombre en la luna quedó de espaldas a él. Hace unas semanas hastiada ya, ella, convino también darme la espalda y desde entonces ni comer ni caminar ni hablar ni amar podemos juntos pues ella no está lidiada en este asunto, y esto en resumen es por lo que me hallo aquí.
La desconocida, más tarde distinguida, abrepuertas desconecta su pensamiento y saca los auriculares de sus pabellones e invita amablemente al paciente de espaldas a dirigirse, indicándole minuciosamente -pasillo tres pasos adelante, gire a la derecha, continúe seis pasos, dejará tres puertas a un lado y cuatro puertas al lado contrario, atravesará una cocina, tenga mucho cuidado pues estamos en obras y cayó una pared, la que da al patio de luces, tras la cocina se encaminará por un pasillo y al final del mismo se encontrará con la puerta de la consulta con diván del doctor, y por favor no olvide, le dijo, que no existe pared y podría caer al vacío, ocho pisos de vacío-.
Mientras se encamina de espaldas por pasillos dobles, ya queda vista la señora abrepuertas, y ésta retoma pensamientos y continúa limpieza tras obra.
Unos pasos más adelante se oyó un estruendo atronador. El señor andante de espaldas en esta posición caminante se incrustó de forma violenta un perchero de brazos puntiagudos, comprado en Ikea para adornar la minimalista nueva consulta, entre lomo y lomo espaldero de forma que ante médico divanero y señora abrepuertas y policia de barrio y juez levantacuerpos y esposa plañidera quedó éste de frente.
Solrac camina de espaldas, en el semáforo de Gran Vía esquina Reyes Católicos hace su particular espera de cambio de muñeco privado de la capacidad de movimiento a muñeco con piernas andantes; y éste que nos ocupa procede de igual forma que en el poste anterior, supone al muñeco en colorado por número de viandantes que adivina reagrupados ante el burro plano a rayas blancas tumbado, y en esa actitud -que no posición espaldera- juega a adivinar movimientos en sus congéneres, y una vez ésta se ha producido él acompaña al resto en el pisoteo generalizado del burro, hace acopio de miradas e incluso interjecciones a su andar trasero que luego anota en su colección "interjecciones a mis andares de espaldas" por diversión que ya toda disconformidad está superada pues ya a tal o cual interjección responde con la misma pero con elevado tono de voz y una divertida elevación del labio superior que reune con nariz y bate de izquierda y derecha su cabeza, así decidió hace tiempo responder ante miradas observadoras amenazantes o dichas con interjecciones.
En éstas está cuando llega a su mañanero destino, pica timbre de espaldas, se eleva en los tres primeros escalones de espaldas, pica dos veces, por asegurarse, timbre de ascensor de espaldas, en el no sabe a cuál dar la espalda, a espejo o puerta, así que cierra ojos gira unas cinco o nueve veces, contando hacia atrás hasta siete para distraerse y no hacer trampa, y al parar allá queda sin trampas dando la espalda a lo que contó. Ya llegado en destino se tramposea durante dos segundos, sólo se permite cuatro al día,y de reojo mira placa "Doctor en psiquiatría biplana, Carlos Sos" pica timbre palpando, cruza brazos descansándolos y espera.
- Buenos días -le dice la que abrió la puerta.
- Buenos días, tenía cita consultoril a esto, a esto... de estas horas -le dice el que esperó tras la puerta.
- Oiga señor,estoy aquí, oiga ¿podría girarse? ...no puedo verle la cara.
- ¡Ay mi desconocida dama, distinguida en cuanto la sobrepase!, es ese el motivo de mi visita a este aquí, años ha pasado mi adorada esposa rogándome hiciera una consulta médica por lo que ella creía un problema, ya ve... -y sonríe sin sonido y asiente pero sin ser divisado por lo que no es comprendido- siempre creyó que debí poner tratamiento a esta mi forma de andar siempre creí que la haría desistir, ya me lo hizo prometer cuando de espaldas pedí su mano y cuando también de espaldas puse un anillo que por palpar no ayudó y que por no ver cayó varias veces al pavimento antes de, palpando, acertar al séptimo u octavo intento. Esto que ella ve como impedimento es ya elemento cultural en mis ancestros, ya mi bisabuelo anduvo de aquesta manera, ya mi abuelo y ya mi padre, que sólo se lamentó cuando de espaldas intentó ver la primera imagen en televisión y ésta que fue el primer paso del hombre en la luna quedó de espaldas a él. Hace unas semanas hastiada ya, ella, convino también darme la espalda y desde entonces ni comer ni caminar ni hablar ni amar podemos juntos pues ella no está lidiada en este asunto, y esto en resumen es por lo que me hallo aquí.
La desconocida, más tarde distinguida, abrepuertas desconecta su pensamiento y saca los auriculares de sus pabellones e invita amablemente al paciente de espaldas a dirigirse, indicándole minuciosamente -pasillo tres pasos adelante, gire a la derecha, continúe seis pasos, dejará tres puertas a un lado y cuatro puertas al lado contrario, atravesará una cocina, tenga mucho cuidado pues estamos en obras y cayó una pared, la que da al patio de luces, tras la cocina se encaminará por un pasillo y al final del mismo se encontrará con la puerta de la consulta con diván del doctor, y por favor no olvide, le dijo, que no existe pared y podría caer al vacío, ocho pisos de vacío-.
Mientras se encamina de espaldas por pasillos dobles, ya queda vista la señora abrepuertas, y ésta retoma pensamientos y continúa limpieza tras obra.
Unos pasos más adelante se oyó un estruendo atronador. El señor andante de espaldas en esta posición caminante se incrustó de forma violenta un perchero de brazos puntiagudos, comprado en Ikea para adornar la minimalista nueva consulta, entre lomo y lomo espaldero de forma que ante médico divanero y señora abrepuertas y policia de barrio y juez levantacuerpos y esposa plañidera quedó éste de frente.
27 julio, 2005 20:29
Qué bueno tia!!!!
Y me gusto tanto la historia, como la originalidad del relato así como el estilo magistral y las palabras perfectamente hiladas.
Felicidades es lo único que puedo decirte. top
27 julio, 2005 22:24
¡Hala Bito! Pues que decía yo que... amanece pronto donde vives ¿eh? :-)
Besos muchos. top