<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13908603\x26blogName\x3dcoloquialmente+hablando\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://coloquialmentehablando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://coloquialmentehablando.blogspot.com/\x26vt\x3d8850754969552848853', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

About

"Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium. Nemo enim ipsam voluptatem quia voluptas sit aspernatur aut odit aut fugit, sed quia consequuntur magni dolores eos qui ratione voluptatem sequi nesciunt."

Contaba Aquilino apenas unas dieciséis horas de vida cuando, ante el asombro de los ante él congregados, dijo:

- Esto... se me apartan de la línea directa de donde me ha de llegar el aire, pues han de saber que me hallo dispuesto al inicio de mi respiración. He dicho.

Y tras que se hizo el silencio en desaliento, papá, que se hallaba junto a la chimenea y mamá, existida ésta de nalgas al recipiente contenedor del neonato se cruzan miradas sabedoras y se guiñan el ojo ya no mirante, e instalados en el disimulo en frase que esconda la intención, dice la mamá:

- Señores estoy a pocos segundos de caer en un profundo desmayo, posiblemente al despertar ustedes ya no estén aquí, pero antes permítanme hacerles partícipes de una terrible maldición que acecha a nuestra familia y que nos obcecamos en ocultar cautelosamente y que una vez, de forma fortuita, descubierta paso a relatar; han comprobado como él ahora dieciséis horas nacido ha comenzado su respiración tras de esas horas salido del vientre, de hecho en lo que resta de vida podrá respirar a su antojo o dejar de hacerlo también a su antojo, sin que ello suponga menguamiento de cualquiera de sus facultades presentes o adquiridas, dicho lo cual procedo al desmayo anteriormente anunciado.

El sonido de la mamá desparramada por el entarimado hizo que algunos de los presentes pudieran, por fin, parpadear y uno, el de la lengua más larga, dijera de esta forma:

- Quizá mi lo que ahora diga desentone pero -inquiriendo a los presentes- ¿he sido el único que ha oido al neonato hacer tal aquel comentario?, ¿sólo yo le oí hablar?.

Atónitos el resto callan, la mamá duerme desparramada, el papá enciende habano y Aquilino decide que agotado de respirar ha de descansar.

- A los presentes les digo que podrán situarse nuevamente donde gusten pues, de momento, dejo de respirar. He dicho.

You can leave your response or bookmark this post to del.icio.us by using the links below.
Comment | Bookmark | Go to end