<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13908603\x26blogName\x3dcoloquialmente+hablando\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://coloquialmentehablando.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://coloquialmentehablando.blogspot.com/\x26vt\x3d8850754969552848853', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

About

"Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium. Nemo enim ipsam voluptatem quia voluptas sit aspernatur aut odit aut fugit, sed quia consequuntur magni dolores eos qui ratione voluptatem sequi nesciunt."

El hombre tableta.

Si hurgas bajo su piel todo es limpio. Todo está colocado de modo conveniente. Esmerado en la equidistancia de sus órganos, de venas con toboganes sin miedo y sangre contenta que las recorre divertida. De músculos educados en el pedir permiso antes de la contracción y huecos que podrían ser rellenados con mares tranquilos. Sus tejidos son de mañanas de domingos silenciosos y alentadores.
Pero un día se aburrió hasta el extremo y sintió verdadero rechazo de la perfección de debajo de su piel y convino consigo mismo en dominar el mundo desde su tableta abdominal. Pintó cada uno de sus cuarterones de un color diferente y dio nombre a cada uno de ellos, te escribiré algo loco, le puso al primero, veleso amarrado con ese y vaya capa de moho ha creado la sangría al segundo y tercero, por ese orden, tres en un colchón al cuarto, al quinto le llamó yo no duermo en el sofá, prefiero el suelo sobre una manta y por último al sexto cuarterón le puso por favor hagamos la quema de la falda morada de la que dice te den la muerte a pellizcos.
Con el mundo a su merced eligió un séquito de dos por las que se hizo acompañar. Y todo estuvo bien, salvo cuando se aburría y que le daba por jugar a Don Simón con su tableta, sus colores y sus nombres.
¿Ves cómo te dije que escribir se asemeja muchísimo a un estado de libertad rozado y que ahí puedo hacer lo que quiera?.

You can leave your response or bookmark this post to del.icio.us by using the links below.
Comment | Bookmark | Go to end