Estado de gracia.
Posee una sonrisa que pocas veces ejecuta. Como recurso una palabra que mantiene en secreto -hasta tal punto que está a punto de olvidarla-. Le gusta sentir sus latidos, por eso toca su yugular en el cuello, en el centro no se encuentra.
- ¿Me he perdido algo?
- Sí -contesta el espejo.
- Pero no te miraba a ti.
- Soy lo único que está aqui ¿a quién te diriges entonces?
Un silencio de abdomen.
- Hoy preparaste las maletas ¿te vas?. Escucha, puedes hablar conmigo.
- ¿Con un espejo? No, querido. No he bebido tanto... al menos que yo recuerde.
- Inténtalo, ya dije que no hay nadie más. Dime la palabra que guardas, siempre oí hablar de ella. Dímela.
- Olvídame. Lárgate ya me ocupo yo.
- Soy un espejo ¿recuerdas?.
- Me empieza a pesar todo, probablemente sea el día de hoy, está nublado, no veo el sol, hablan de una vitamina... ¿tú qué crees?
- No sé. No debes preguntarme nada, no sea que te responda y esta sea tuya. Háblame de esa palabra, siempre tuve curiosidad.
- He de salir de aqui. Pero no sé dónde ir ¿tienes algún sitio?
- Sabes que no. Deberías irte a dormir, ya bostezas.
- Pero no quiero dormir, tuve tiempo. Tengo la piel fina de fibra frágil. El tacto me afecta. Me marcho de viaje.
- ¿Volveré a verte? se me hace raro, siempre te vi.
- Encontraré mi palabra y volveré.
- Y dime ¿cuál era?.
- No lo sé, hace tiempo que la olvidé.
Posee una sonrisa que pocas veces ejecuta. Como recurso una palabra que mantiene en secreto -hasta tal punto que está a punto de olvidarla-. Le gusta sentir sus latidos, por eso toca su yugular en el cuello, en el centro no se encuentra.
- ¿Me he perdido algo?
- Sí -contesta el espejo.
- Pero no te miraba a ti.
- Soy lo único que está aqui ¿a quién te diriges entonces?
Un silencio de abdomen.
- Hoy preparaste las maletas ¿te vas?. Escucha, puedes hablar conmigo.
- ¿Con un espejo? No, querido. No he bebido tanto... al menos que yo recuerde.
- Inténtalo, ya dije que no hay nadie más. Dime la palabra que guardas, siempre oí hablar de ella. Dímela.
- Olvídame. Lárgate ya me ocupo yo.
- Soy un espejo ¿recuerdas?.
- Me empieza a pesar todo, probablemente sea el día de hoy, está nublado, no veo el sol, hablan de una vitamina... ¿tú qué crees?
- No sé. No debes preguntarme nada, no sea que te responda y esta sea tuya. Háblame de esa palabra, siempre tuve curiosidad.
- He de salir de aqui. Pero no sé dónde ir ¿tienes algún sitio?
- Sabes que no. Deberías irte a dormir, ya bostezas.
- Pero no quiero dormir, tuve tiempo. Tengo la piel fina de fibra frágil. El tacto me afecta. Me marcho de viaje.
- ¿Volveré a verte? se me hace raro, siempre te vi.
- Encontraré mi palabra y volveré.
- Y dime ¿cuál era?.
- No lo sé, hace tiempo que la olvidé.
19 octubre, 2005 23:21
Donde estabas todo este tiempo??? O donde estaba yo???. Genial. La palabra guardada... lo he contado varias veces por ahí pero Bryce Echenique hacía que uno de sus personajes en lugar de preguntar cuantos años tienes, preguntara hasta que palabra has vivido?. Y a mi me parecía una pregunta insuperable...
Se feliz top
19 octubre, 2005 23:53
Zifnab me quedo con "¿Hasta qué palabra has vivido?". Es precioso, pensaré hasta qué palabra he vivido, si lo descubro te lo cuento.
Tú también. top
20 octubre, 2005 05:29
Que coincidencia! Acabo de releer El Espejo en el Espejo, de Michael Ende y hay un relato sobre una caravana de personajes extraños que va buscando la palabra perdida que unificará de vuelta al mundo. Caminan errantes para trazarla con sus huellas sobre la superficie de la tierra.
:-ay! El silencio de abdomen es quirúrgicamente preciso.
Un abrazo para dos top
20 octubre, 2005 10:09
Cielos, hacia tiempo que no te leia tanto que se me habia olvidado lo que algunos de tus post me hacen pensar.
Hoy por ejemplo, sobre mis palabras guardadas, o quizas escondidas top
20 octubre, 2005 17:03
Quizás no sea tan importante esa palabra, quizás es la excusa que todos nos inventamos, la razón que queremos olvidar pero que realmente nunca tuvo importancia. Quizás debiera marcharse por nada, sin dar explicación, sin sentir explicación; hacer las cosas por que sí, a veces, esto es también importante. top
20 octubre, 2005 17:54
A veces el ir a buscar lo que creemos perdidos es lo que realmente importa, la forma, el modo, la razón... son secundarios.
Cuántas veces no me habrá icrepado el espejo en busca de respuestas que no he sabido darle...
Mil besos de búsqueda incesante top
20 octubre, 2005 18:52
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog. top
20 octubre, 2005 18:52
Un placer visitarte, un relato cuanto menos inquietante. top
20 octubre, 2005 23:49
Gab esto era más simplón, se trataba sólo de un espejo y una palabra perdida.
:-ay XDDDDDDDDDD los silencios de abdomen son lo peor, otro día te explico el por qué (es mi visión particular, por lo tanto totalmente erronea, me temo)
Un besazo.
Micro me alegro mucho (si es para bien, claro). Besos.
Javemin, gracias. Pero ve dejando algo para que luego te indique la vuelta (guardías de tráfico en idénticas posiciones señaladoras XDDD). top
20 octubre, 2005 23:55
Bito hacer las cosas por que sí, sin contar... sí sé lo que es ;-)
Isthar a veces antes de ponerse delante de un espejo hay que estar muy seguro de pretensiones, ideas, deseos... o acabas descolocado.
Un beso.
Edgar Allan Poe gracias. Besos. top