Iba con verdadera prisa, la que apremia, a pesar de ello me detuve frente al buzón de correos, lo abrí y cogí el fajo de folletos y cartas contenido . Me encaminé al trabajo, recuperando mi verdadera prisa, la que me apremiaba. De camino fui pasando de mano izquierda a mano derecha, la que lanza a los contenedores de basura, el correo inútil, el anunciado, el desafiante, el bancario... y, ante mi asombro, encontré una carta con dirección y remitente manuscrito. Vista y abierta en un segundo, leída en muchos más segundos. Decía así:

Sonreí a intervalos durante toda la mañana pensando en mis amigos y en lo absurda que había sido su broma en esta ocasión. En un par de días les llamaría, será genial tenerles unos días en la incertidumbre del resultado de su broma.

El día continuó, más tarde acabó.

Agotada, hastiada y cabreada me metí en la cama, deseando, tan sólo, que me llegara pronto el sueño. Apenas entrada en el, alguien agitó con su mano mi hombro, brusco. Y sin posibilidad de reacción inició conversación así:

- Buenas noches nos dé Dios. Dígame dónde inicio examen, ¿se incorpora su merced o se queda así recostada?.

- ¿Quién eres? ¿Cómo has entrado?. O sales echando leches o me pongo a gritar como una posesa y... –ya perdiendo el hilo y sin amenaza que me saliera natural- y....

- Tranquila, tranquila pues aunque fiera pareces sé de tu carácter dulce y amable. La premura ha siglos que me persigue, ¿qué le parece a su merced si acabamos saldando esta mi visita?, pues ya cansado estoy. Dígame.

Aquel tipo, se presentó como “San Eloy, Patrono de joyerías y platerías –reverencia- para servirla” y que vestía camisón espectacularmente blanco y unas alas de algodón despeluzadas, descalzo, consiguió tranquilizarme, me dijo que con una especie de imposición de manos, yo me encogí de hombros.

- Está bien –le dije- dime de qué va este examen.

- Sorprendida serás si te digo que al igual que un ángel de la guarda también tenéis asignado desde el vuestro nacimiento un ángel de los exámenes. Yo poseo el orgullo de ser su asignado. En secreto, riguroso éste, a lo largo de la vida se os hace un examen. De él, por su importancia tildado, depende, en parte, vuestra salvación. Consistirá él, en pruebas de memoria, despistes, futuro, males.... entre otros.

- ¿Significa esto que voy a morir y este es el juicio final?.

- Ay empiezas a fastidiarme y prisa tengo, céntrate anda céntrate, pues no es esto nada que asemeje a juicio final. Examen intermedio es, si suspendida eres, podrás recuperar.

- Ah, por cierto dijiste antes “despiste” ¿en qué consiste?.

- Ejemplo te haré, tendrás que comentar lo siguiente “tu flequillo largo que tapa, y ayudas metiendo mano en bolso que busca y un choque con un coche”, relaciónalo.

- Ni idea.

- El viernes, vos que sale de su trabajo, de noche es, exceso de largura en su flequillo que le tapa visión, más sumamos que buscas algo en bolso, que siempre abierto va, y vos chocó con un coche y de frente.

- Vale, si ocurrió. Pero el coche estaba aparcado en doble fila.

- El hecho es que vos chocó con un coche que no estaba en marcha.

- Pero no le hice nada, al coche. Tengo una curiosidad ¿por qué hablas de esa forma?.

- Ay, pues hablo con tantos humanos, de tantas épocas y siempre pegáseme acento del tipo a tratar. Antes con Nicolás Copérnico estuve y acento copié. Al infierno bajé a quitarle la pena por lo de la tierra, si usted recuerda...

- Sí, sí recuerdo y ya te vale que de antemano sabíais que sí que es la tierra la que gira y no el sol y tardas más de quinientos años en resarcirle. Ya te vale.. querido Eloy.

- Pues no estaba en mi ánimo, pero ya se sabe que las cosas de palacio van despacio. Y quinientos años abajo no serán nada comparados con la eternidad que le espera arriba. Ay que vos me entretiene, así que demos comienzo. Es éste con que el sábado perdiste llaves.

- Despiste más simple de lo común. Y no es exactamente una pérdida, simplemente las olvidé. Y déjame decirte algo, ¿no versará todo este examen sobre minucias como el despiste con unas llaves, no?

- Témome que sí.

- Ostias, perdón. Pues va a ser una noche muy larga y muy aburrida.